Redes sociales y falsificaciones

Por Jay Kennedy
Be Safe Buy Real

Redes sociales y falsificaciones

Entrevista a Jay Kennedy, de la Universidad Estatal de Michigan

Jay Kennedy es Director Adjunto de Investigación y Profesor Adjunto del Centro de Lucha contra la Falsificación y Protección de Productos (Centro A-CAPP) y de la Escuela de Justicia Penal de la Universidad Estatal de Michigan. Entre otros temas, investiga la venta de productos falsificados en Internet y la estructura de las tramas profesionales de falsificación farmacéutica. BeSafeBuyReal (BSBR) de UL se reunió con él para hablar de su reciente publicación “La evolución sociotécnica de la falsificación de productos: cómo los medios sociales, las redes sociales y el comercio social están ‘e-socializando’ la falsificación de productos”.

 

BSBR: Gracias por dedicar un poco de su tiempo para hablar hoy con nosotros. Para empezar, ¿podría hablarnos un poco del Centro A-CAPP y de lo que hacen?

 

Jay Kennedy:  ¡Claro! El Centro de Lucha contra la Falsificación y Protección de Productos es una unidad de la Universidad Estatal de Michigan que existe desde hace unos doce años. En pocas palabras, nos dedicamos a una triple misión de investigación, educación y divulgación en las áreas de la protección de marcas y la lucha contra la falsificación. Nuestro objetivo es investigar y trasladar esa investigación en productos educativos para estudiantes, profesionales, fuerzas del orden y la comunidad en general, y después realizar actividades de divulgación para que esos productos de investigación se difundan ampliamente y estén disponibles para el mayor número de personas.

 

BSBR: Lucha contra la falsificación, ¿se trata de un departamento en sí mismo o forma parte de Justicia Penal?

 

Jay Kennedy: Es una buena pregunta. En realidad, la lucha contra la falsificación no es una disciplina académica, sino más bien una función de muchas cooperaciones. Actualmente estamos ubicados en la Facultad de Ciencias Sociales, pero somos interdisciplinarios, lo que significa que tocamos varias disciplinas académicas diferentes en toda la universidad, incluyendo Justicia Penal, Derecho, Ingeniería e incluso Marketing. Nos esforzamos por llegar a estudiantes de muchas disciplinas. Por ejemplo, nuestras oportunidades de prácticas ofrecen a los estudiantes de derecho, universitarios y licenciados una experiencia realmente buena en el mundo de la falsificación de productos. De este modo, los estudiantes pueden adquirir conocimientos relevantes de distintas carreras. Al mismo tiempo, esta colaboración con los estudiantes también nos beneficia como investigadores. Fueron los estudiantes quienes, en última instancia, nos ayudaron a perfilar el papel cada vez más importante de las redes sociales en la proliferación de las falsificaciones.

 

BSBR: ¿Puede explicarnos un poco más cómo surgió?

 

Jay Kennedy: Por supuesto. Obviamente, siempre hemos investigado la complicidad del consumidor o las razones por las que un consumidor compraría voluntariamente un producto falsificado. Mientras estudiábamos los efectos de Internet y el crecimiento del comercio electrónico y comercio social, algunos de mis alumnos sugirieron que debíamos investigar los llamados “dupes” (duplicados) y “reps” (réplicas) en las redes sociales. Se utilizaban de un modo que los hacía parecer más aceptables y menos delictivos que una falsificación.

 

Así que decidimos aplicar la teoría criminológica para entender por qué era de esperar que se produjera este fenómeno. Uno de los aspectos era cómo las redes sociales podían afectar a la forma en que los consumidores interactúan con los productos falsificados y los perciben. Pero para ello necesité formarme: mis alumnos me explicaron muchas cosas sobre TikTok e Instagram y el papel de los dupes y los reps. Y mientras me explicaban todo esto, me di cuenta de que encajaba con una teoría que explica cómo la gente aprende a participar en comportamientos delictivos o desviados y a racionalizarlos.

 

BSBR: ¿Es esto lo que describe como “e-socialización” en su artículo? ¿Podría describir qué significa este término?

 

Jay Kennedy: Claro. Podría pensarse de la e-socialización como la socialización específica del comercio electrónico y las redes sociales. Está relacionada con un subconjunto de la teoría criminológica denominada teoría del aprendizaje social, que afirma que el comportamiento delictivo y desviado se aprende de forma muy parecida a como se aprende cualquier otro comportamiento. Observas a alguien hacer algo, ves cómo se beneficia de ello, después tu repites ese comportamiento y esperas obtener lo mismo. Y después, a medida que repites ese comportamiento con el tiempo, aprendes técnicas para hacerlo mejor. Pero también aprendes racionalizaciones y justificaciones de por qué haces cosas que son anormales. En definitiva, encuentras argumentos para “legitimar” tu comportamiento delictivo.

 

BSBR: ¿Y en qué se diferencia este proceso de racionalización en Internet?

 

Jay Kennedy: Los procesos son muy parecidos, pero en lugar de que tu punto de referencia sea un familiar, un amigo o alguien a quien conoces personalmente, a menudo es alguien a quien en realidad no conoces. Los influencers son un buen ejemplo. Tienen cientos de miles de “amigos”, pero ¿hay alguien que los conozca realmente? Los influencers han construido una identidad utilizando filtros, técnicas de edición de vídeo y fragmentos de sonido cuidadosamente formulados para maximizar su atractivo. Lo único que buscan son más likes, más seguidores y, en última instancia, dinero, aunque esto signifique ser cómplices de que las falsificaciones sean socialmente aceptables.

 

BSBR: ¿Y cómo lo hacen? Todo el mundo sabe que una falsificación es algo malo.

 

Jay Kennedy: Bien, como mencioné antes, cambian las palabras. Los llaman duplicados o réplicas. Después de todo, duplicados y réplicas son inofensivos, ¿no? Son palabras que no implican nada malo. Los matices utilizados para hablar de falsificaciones pueden dificultar que la gente entienda lo que se está promocionando.

 

BSBR: ¿No hay nadie que les llame la atención?

 

Jay Kennedy: En nuestra investigación sobre las publicaciones que incluyen productos falsificados, hemos observado que, por desgracia, suele haber más comentarios que apoyan la falsificación en lugar de condenarla. Una de las razones es la antigua mentalidad de “comerse a los ricos”. Las generaciones más jóvenes lo ven como una reacción contra un establishment aparentemente injusto que controla los medios de producción y de control. Y comprar o apoyar falsificaciones se ve como una forma de participar en una forma de rebeldía que se opone al establishment para demostrar que no están conformes con la oligarquía. Pero los “influencers dupe” no promueven las falsificaciones porque sí, y no es una forma de protesta. A menudo ganan dinero vendiendo directamente los productos u obteniendo comisiones como comerciantes afiliados.

 

BSBR: Entonces, ¿realmente venderán falsificaciones abiertamente en las redes sociales?

 

Jay Kennedy: Sí. Cualquiera puede buscar en Google el nombre de un producto junto con “dupes” o “reps” y encontrar debates muy abiertos sobre productos duplicados y réplicas, que son falsificaciones. La gente acude ahí para informarse sobre las falsificaciones y las diferencias entre “buenas” y “malas” falsificaciones. Los vendedores de falsificaciones también participan en los foros y explican a los consumidores cómo conseguir los productos.

 

BSBR: ¿No se puede parar esto?

 

Jay Kennedy: No siempre es tan fácil perseguir a estos intermediarios. Lo más importante que podemos hacer es desocializar la falsificación. Es decir, informar a los consumidores de los peligros de las falsificaciones y de cómo, al comprar falsificaciones, a menudo están perjudicando a otros, como cuando se utiliza trabajo forzado para la producción. El mensaje de que la falsificación perjudica a otros suele ser más efectivo que hablar de los peligros personales, porque la gente es muy susceptible a la idea de “eso no me pasa a mí”. Pero si se dan cuenta de que siempre son otros los explotados y perjudicados en la cadena de suministro delictiva de las falsificaciones, es más probable que se produzca un cambio de comportamiento.

 

BSBR: Por tanto la educación es esencial, que en realidad es el espíritu íntegro que hay detrás del sitio web BeSafeBuyReal. Pero, ¿se puede hacer algo más? ¿Quizás existen soluciones tecnológicas que ayuden a acabar con la diseminación de las falsificaciones?

 

Jay Kennedy: Creo que tenemos que mantener una mentalidad fluida en relación con estas cuestiones, no confiar en una tecnología en particular ni en una situación cultural determinada. Tenemos que ir al mismo paso de los falsificadores, que siempre se están adaptando y cambiando. También tenemos que tener en cuenta el siguiente nivel de innovación tecnológica. ¿Cuál es la próxima forma en que la tecnología va a cambiar y alterar la forma en que vivimos y dirigimos nuestras vidas? Y cuando eso ocurra, sabemos que también se producirán cambios sociales. Sabemos que la interacción y el compromiso van a cambiar. Y que se van a producir cambios en el comercio. Cuando podemos anticipar esos cambios, podemos hacer mejores planes.

 

BSBR: Durante la pandemia del COVID-19, ha habido informes que predecían escasez. ¿Ha observado hasta qué punto los falsificadores se aprovechaban de estas alteraciones?

 

Jay Kennedy: Sí, esto es algo que hemos estado siguiendo como parte de las tendencias relacionadas con el COVID. Sin duda, los falsificadores van a aprovecharse de todas estas alteraciones, y en detrimento de los consumidores. Esto se debe a que Internet y el comercio electrónico prácticamente nos han dicho – y algunas empresas lo han anunciado abiertamente como parte de sus estrategias de marketing – que si no se puede encontrar en ningún otro sitio, se puede encontrar aquí. Internet nos ha enseñado que podemos conseguir cualquier cosa en cualquier sitio, así que cuando oímos hablar de alteraciones en la cadena de suministro, lo natural es mirar en Internet. Allí, los consumidores pueden encontrar los productos que buscan y puede que no se den cuenta de que están comprando una falsificación si la encuentran en un sitio web que presenta un buen aspecto o compran a través de una plataforma de comercio electrónico legítima.

 

BSBR: ¿Qué consejos podría dar a los consumidores que utilizan las redes sociales sobre cómo comprar de forma segura y evitar las falsificaciones?

 

Jay Kennedy: La información es poder. En primer lugar, la gente tiene que entender que la falsificación es un delito y que los delincuentes que están detrás de las falsificaciones suelen utilizar medios de producción dudosos -como el trabajo forzado o el trabajo infantil- y que los productos pueden ser muy peligrosos para su salud y seguridad. En segundo lugar, deben aprender a detectar las falsificaciones.

 

Para saber más sobre la investigación de Jay Kennedy, lea su artículo aquí

 

Redes sociales y falsificaciones(168.02 KB)